Portugalete, San Sebastián y St. Jean Pied de Port (País Vasco Francés)

Hola a todos!, como ya habíamos adelantado en nuestra primera entrega, en esta entrada hablaremos de tres lugares con mucha tradición dentro de sus zonas y que a mi esposo y a mí, nos impresionaron por su historia, belleza y tradición. Acompáñenos en nuestra primera parada:

PORTUGALETE

Vista del puente Colgante de Portugalete

Después de tanto investigar los pueblos aledaños a Bilbao, nos decantamos por éste, no sólo por su historia que en más abajo les contaremos, sino también porque, dentro de nuestros viajes, no nos habíamos encontrado un pueblo que hubiese sido fundado por una mujer y bueno, qué les puedo decir, al saberlo, le dije a mi esposo; hay que ir!

Portugalete fue uno de los puertos principales más importantes de la costa Vizcaína, compitiendo con la capital, Bilbao, por mucho tiempo. Fundada allá por el año de 1322 por María Díaz de Haro y alcanzando su mayor importancia como puerto en el siglo XIX, siendo en éste cuando se construyó e inauguró en 1893, su emblemático Puente Colgante, que une, de esta manera las dos márgenes del Nervión de la Villa de Bilbao, también conocida como «La Ría» (de éste se habló en la entrega pasada).

La primera pregunta es ¿Cómo llegar a este lugar?, pues a través del muy bien comunicado metro de Bilbao. En nuestra entrada anterior, les habíamos comentado de la importancia de adquirir sólo llegar a la ciudad, la tarjeta Barik, ya que con ésta ustedes se pueden mover a través de los distintos medios de transporte con los que cuenta la capital (metro, tren, tranvía y bus). La consiguen en cualquier estación de metro en las oficinas que están antes de pasar los torniquetes y su costo es de 3 euros haciendo una recarga mínima de 5 euros.

Tarjeta (Txartela) Barik

Nosotros, al estar en la zona de San Mamés, tomamos el metro del mismo nombre y al entrar encontrarán dos anuncios: 1) Destino Plentzia y el 2) Destino Kabiezes, tomen éste último, correspondiente a la Línea 2.

El trayecto es bastante cómodo, recuerdo que nosotros hicimos cerca de 30 minutos aproximadamente y llegamos sin problemas a este lindo pueblo vizcaíno. Al salir, nos dirigimos hacia el puente colgante y como pueden apreciar ustedes en la imagen correspondiente, es una vista preciosa!!. Obviamente nos subimos al puente para cruzar al otro lado de la ría, a la zona llamada Getxo. El costo del traslado fue de 10 euros incluyendo un audioguía en donde te explican la historia del mismo. También hay precios mucho más económicos, como por ejemplo, para nuestros amigos de 65 años en adelante pagan sólo 6 euros. También se puede pagar el boleto sin audioguía y éste sale en 8 euros. Los horarios se consultan ahí mismo, ya que dependen de la temporada, las frecuencias de cruce varían un poco. El paseo dura unos 4 a 5 minutos pero vale mucho la pena por las vistas de postal que se pueden ver en un día despejado.

Vista de Portugalete

Al llegar al otro lado de la ría, nos encontramos con una área preciosa, en donde pudimos apreciar su puerto deportivo así como su zona residencial. Getxo, para los lugareños, es la parte donde vive una buena cantidad de personas con un nivel socioeconómico alto y esto se puede apreciar en sus edificios, comercios y parques.

Getxo
Getxo

Inicialmente, aquí se asentaron personas de la clase trabajadora de aquellos tiempos como molineros, pescadores, pastores, etc. quienes construyeron sus pequeñas casas en el barrio de Algorta. A día de hoy, éste es uno de los paseos que ofrece este lado de la ría y en donde se puede apreciar cómo era que vivían las personas de aquél tiempo. Con el paso de los años y al estar en auge la actividad marítima y mercantil, Getxo comenzó a volverse un sitio privilegiado debido a las rutas comerciales que por ahí pasaban, convirtiendo de esta manera, un destino turístico de la aristocracia y de la alta burguesía Bilbaína así como de lugares cercanos.

Nosotros visitamos sólo el puerto deportivo que se encuentra justo al lado de la parada del puente Colgante y paseamos un poco por su zona peatonal próxima al mar.

Al término de éste, volvimos al puente Colgante para regresar y continuar nuestra visita a Portugalete. Muy cerca de donde se encuentra la taquilla para el puente está el Gran Hotel del Puente Colgante. Ahí fue donde decidimos hacer una pequeña parada para degustar algo en el bar terraza que tiene unas vistas hacia la ría muy lindas y aprovechando que hacía buen tiempo, tomamos un par de cañas (cervezas) antes de continuar con nuestro recorrido. El servicio fue bueno, el trato algo hosco pero lo recompensaba el entorno.

De ahí comenzamos a caminar entre los callejones de este pintoresco pueblo vizcaíno. Cabe mencionar que se encuentra en un monte por lo que es indispensable contar con calzado adecuado, máxime si tanto las calles (carreteras) como las aceras (banquetas) están hechas de adoquín que es una especie de suelo con grabado que dificulta el andar si se trae otro tipo de calzado.

Una de las alas de la Basílica de Santa María de Portugalete

Nos dirigimos hacia la Basílica de Santa María, que es una iglesia de corte gótico-renacentista, muy imponente en sus formas. Entramos, como siempre lo hacemos en otras iglesias que hemos visitado y que, como señal de respeto, no fotografiamos el interior al ser un lugar de oración. Lo que más nos gustó de fueron sus techos muy altos, que aunque los hemos visto en otras iglesias, basílicas y catedrales de otras ciudades, para nosotros, cada una tiene su belleza única y ésta, no fue la excepción.

Continuamos nuestro recorrido por los callejones interminables de Portu, como le dicen, y pudimos apreciar su estilo de vida. Antes, el pueblo estaba habitado por agricultores y ganaderos, los cuales, al avanzar la industrialización y la construcción de villas, pertenecientes a la burguesía de aquella época, se vieron forzados a abandonar la zona, dando paso al establecimiento de pequeñas y medianas empresas de la construcción así como de la metalurgia. Actualmente, el pueblo sigue siendo un punto neurálgico tanto del comercio como del turismo.

Por los barrios de Portugalete
Callejoneando por Portugalete

Si ustedes son amantes del shopping, aquí también pueden encontrar un centro comercial llamado Ballonti donde alberga diversos comercios de todo tipo; en nuestro caso, decidimos no entrar, ya que preferimos conocer un poco más el lugar. Acercándose la hora de comer, llegamos al Restaurante Las Tablas. El lugar por fuera es más una casa que un establecimiento de comida, al entrar nos pasaron a la planta alta y nos presentaron tanto la opción del menú del día como pedir a la carta. Nosotros siempre que andamos por Europa, decidimos probar el menú del día, porque hay varios tipos de platillos a probar que a la carta, o no aparecen o suelen estar más caros si se piden de esta manera.

Cabe mencionar que, no esperábamos mucho de este lugar, y nos ha sorprendido. En primer lugar, porque para los primeros y segundos platos, tuvimos 5 opciones a elegir, cosa que en otros establecimientos de este tipo, lo normal es que tengas 3 opciones, segundo fue su amabilidad en todo momento. Ya sé que para algunos, esto va dentro del servicio, pero no es así y menos en Europa, así es que, para nosotros, es un punto más a favor de este restaurante y tercero fue la rapidez con la que nos sirvieron nuestros platillos y el sazón de éstos fue exquisito. Lo que sí, no nos agradó mucho, fue la falta de limpieza que se veía, no sabemos si fue por la hora y no hay mucha plantilla de empleados para mantener bien aseado el lugar o porque es así jajaja. Mi esposo degustó de primero unos puerros a la vinagreta y un rodaballo a la plancha mientra yo, me decanté por una sopa de cocido y de segundo, un filete de ternera que estaba delicioso. El costo del menú del día fue de 13 euros por persona e incluye: primero y segundo plato, pan y vino. Y si aún tienes espacio para comer más, tienen una extensa barra de pintxos, que todos se ven muy ricos y que, nos quedamos con el antojo de probar aunque fuera uno. La dirección del lugar es: Gregorio Uzquiano Kalea #17.

Y ya después de tener nuestra barriga llena y el corazón contento jajaja, nos dirigimos de vuelta al hotel en Bilbao para preparar nuestra ida a San Sebastián!! :):):)

TIPS:

  • Para llegar aquí lo más cómodo es tomar el metro de Bilbao, Línea 2.
  • Perderse entre sus callejones.
  • Llevar calzado cómodo y saber que hay algunos callejones con pendientes muy elevadas o descendentes pronunciadas.
  • Sentarse en una de las múltiples bancas que dan a la ría para apreciar el puente Colgante.

¿QUÉ NOS LLEVAMOS?

  • Las imponentes vistas panorámicas desde el Puente Colgante.
  • La amabilidad de su gente.
  • Su historia y modo de vida.
  • La belleza de sus callejones que hacen recordar rincones de otros países.

Segunda Parada: SAN SEBASTIÁN

Playa De La Concha

Pues nos despedimos de Bilbao con rumbo a la capital de la provincia de Gipuzkoa: San Sebastián. El trayecto es relativamente algo largo entre las dos capitales de provincia, ya que dura en coche 1 hora y 20 mins, aproximadamente y como nosotros ya habíamos decidido rentar un auto para trasladarnos de este punto a la región Vasco Francesa, optamos por irnos en tren. Obviamente el trayecto se hace más largo, cerca de dos horas y 10 mins. pero el ir de pueblo en pueblo, viendo los montes y con la tranquilidad que nos transmite el viajar en tren y poder apreciar las bellezas naturales de esta zona, ha sido, para nosotros, la mejor opción. Del hotel, que estaba en San Mamés, tomamos el metro con dirección al Casco Viejo, Línea 1. Al llegar a la estación, ahí mismo tiene conexión con la Línea 3 y Euskotren que era el que nosotros íbamos a tomar. El tiempo de espera para tomarlo fue de unos 20 mins, aclarando que fue cuando nosotros fuimos, tal vez, ahora el tiempo se ha reducido o alargado, eso ya depende del organismo de transporte. Cabe mencionar que, hemos tenido la oportunidad mi esposo y yo de viajar a diferentes países de tres continentes: Europa, América y África y hasta el momento, el metro y tren de Bilbao, ha sido de lo mejor!. Muy limpio y esto es gracias a que fuera de sus estaciones, no hay ni restaurantes, ni puestos de comida, como tampoco dentro del mismo. Aquí no encontrarán baños, teniendo como resultado un medio de transporte bastante limpio. Desde aquí, nuestro aplauso y admiración al Gobierno Vasco y a las dependencias públicas que administran este tipo de transporte :):):).

Trayecto del Euskotren (Línea en color azul)
Estación de la Línea 3 del Metro de Bilbao
Euskotren

El costo del trayecto Bilbao-San Sebastián fue de 3,81 euros pagando con la tarjeta Barik, sin ésta el precio es de 6,30 euros por persona. Valió mucho la pena haberlo realizado de esta forma, ya que los paisajes que vimos fueron de postales, gracias a que tuvimos la suerte de tener un día con algo de sol jajaja, cosa no muy usual por estos lugares.

Al llegar a San Sebastián nos dirigimos hacia nuestro hotel, el Astoria 7. Lo elegimos por su cercanía a la estación del tren, así como la ubicación, ya que está relativamente cerca de la Playa de la Concha y de su Casco Viejo y por ser un hotel temático, es decir, todo gira alrededor del cine y de su tan famoso Festival de Cine de San Sebastián y como mi esposo y yo somos cinéfilos de corazón, este hotel, nos encantó!!, cuenta dentro de sus instalaciones con una filmoteca, que aquellos viajeros que son como nosotros, no se la pueden perder! A nosotros, nos costó la noche 74 euros por ser temporada baja y por 18 euros más por persona, degustamos un muy rico y variado buffet de desayuno. El hotel es de 4 estrellas y el personal que nos tocó, fue muy amable.

Saliendo de hacer nuestro check in, y como ya era la hora de comer, caminando dimos con un restaurante muy acogedor de nombre San Sebastián Casa Javier . Es un pequeño restaurante donde sirven los clásicos pintxos, así como menú a la carta y menú del día. El costo de éste último fue de 10,80 euros e incluye lo de siempre: un entrante, plato principal o segundo plato, postre, pan y agua. La verdad que la sazón, estuvo bien a secas, pedimos en esta ocasión unas croquetas de jamón y de segundo un entrecot con papas (patatas) y pimientos. De postre, nos decantamos por un flan. La atención fue buena pero esperábamos un poco más de calidad en sus platillos. Sin embargo, es un lugar bonito, agradable y cerca de la zona turística. Se ubica en Easo Plaza #4.

Y ahora sí, ya comenzamos nuestro recorrido por esta capital de provincia. Nuestra primera parada fue sin duda, la famosa Bahía o Playa de La Concha, la cual presta su nombre para los diversos premios que se otorgan, no sólo a nivel cinematográfico, sino también a nivel deportivo, celebrándose aquí el campeonato de remo que año tras año, congrega a más seguidores de este deporte. ¿Qué les puedo decir de esta playa? es una preciosidad, por ir en invierno, nos tocó que anocheciera más temprano pero pudimos captar varias fotografías para que se den una idea de lo bonito de este lugar. Como es en el norte de todo país, nos tocó tanto sol como nubes, es por eso que en algunas fotos, verán estos cambios, pero bueno, qué le vamos a hacer, así nos tocó el día 🙂

Atardecer en la Playa de La Concha
Faro e Isla de Santa Clara

Aprovechando estas bellezas, es casi obligatorio, realizar el Paseo de la Concha, que no es otra cosa que ir caminando por el paseo peatonal que está justo a un lado de la Bahía del mismo nombre para admirar tanto la naturaleza del mar, como la arquitectura prevaleciente en la ciudad, que es totalmente de corte francés y a la vez, de alta alcurnia. También apreciamos el Palacio de Miramar, que fue lugar de verano de la Reina María Cristina de España y propiedad por muchos años de la Coroña Española, hasta que pasó a manos del Ayuntamiento de San Sebastián en 1972. Y este paseo culmina en la playa de Ondarreta, lugar donde tanto los residentes como visitantes llenan en la época de verano y en donde también, anteriormente, se practicaba el surf. Lo que más me llamó la atención es que, a diferencia de otras playas en otros países, aquí, todas éstas son públicas, por lo que la gente que la frecuenta tiene que llevar consigo todo lo necesario para pasar un buen día en la playa. Es por esta razón que esta zona en particular cuenta con baños públicos, duchas (regaderas), vestidores y un restaurante, que, según nos contaron, es casi imposible obtener un lugar en la época estival.


Paseo de la Concha

Al término del mismo, comenzamos a alejarnos de la playa y adentrarnos un poco más en la ciudad, encontrándonos con pequeños y medianos callejones, que nos remontaron a poblados franceses. Cabe mencionar que esta ciudad, por su cercanía con Francia (se encuentra a sólo 20 kms de la frontera) es muy común encontrarse con turistas franceses, así como también, nos tocó escuchar más el Euskera que lo que vivimos en Bilbao. Con esto, no quiero decir que en una zona se hable más su idioma que en otra, sino simplemente, compartirles nuetras experiencias en ambas ciudades y lo que nos tocó vivir 🙂

Centro de San Sebastián
Centro de San Sebastián
Basílica de Santa María del Coro

A mí, en lo personal y como ya se los he comentado en la anterior entrada, me gusta mucho visitar las iglesias, parroquias y basílicas y en esta ocasión, la que más me llamó la atención fue la de Santa María del Coro. Está se ubicada al final de la Calle Mayor de la Parte Vieja. Y desde que comenzamos nuestro recorrido por dicha calle, cuyo nombre es Calle 31 de Agosto, se puede ver como se va «abriendo camino» entre los edificios que la convergen. Junto a otras zonas, aquí también se celebra el día de la Tamborrada, que es el 20 de enero y consiste en que inundan las calles de la ciudad con grupos de tamborradas, celebrando el día de su Santo Patrono: San Sebastián.

Fachada de la Basílica de Santa María del Coro

Continuando con nuestro recorrido llegamos al Ayuntamiento de San Sebastián, que parece un palacio por su arquitectura afrancesada, así como también pasamos enfrente del famoso hotel María Cristina, en honor a la Reina y en donde se hospedan las grandes estrellas cinematográficas que acuden al festival de Cine. Por desgracia, no pudimos tomar fotos, debido a que ese día jugaba el Barsa contra el equipo de la Real Sociedad de San Sebastián y el autobús que los transportaba estaba justo enfrente de la entrada principal de este hotel, así es que, ésa se las debemos cuando regresemos a este lugar.

Ayuntamiento de San Sebastián

Muy cerca de ahí y como ya mi esposo traía algo de hambre, decidimos probar en el restaurante Pollitena, éste se encuentra en San Jerónimo Kalea #3. Es un lugar que data de 1895 y sirve comida vasca tradicional casera. Sinceramente, no quería cenar mucho ya que al día siguiente partíamos hacia St. Jean Pied de Port, Francia y habíamos decidido en turnarnos el trayecto manejando el coche, así es que por esta razón, yo pedí un revuelto de hongos, que es huevos con champiñones (hongos), muy rico y mi esposo pidió unos langostinos (camarones) a la plancha. Al ser a la carta, los precios suben un poco y al final, incluyendo el postre que fue un pan de almendras muy rico, y agua, pagamos cerca de 44 euros, como pueden apreciar, el pedir a la carta, sí que resulta más caro que pedir menú del día, sólo que éste se ofrece al mediodía, así es que, optán por un platillo del menú o si no desean gastar mucho, pueden pedir pintxos que ahí, varían los precios dependiendo de los ingredientes.

Ya por la noche y con el frío que comenzaba a calar los huesos por la humedad proveniente del mar, no quisimos irnos sin dar un último paseo en la Bahía de la Concha antes de retirarnos a nuestro hotel a prepararnos para nuestra siguiente parada.

TIPS:

  • Llevar consigo un paraguas o impermeable (chubasquero) ya que el tiempo es muy cambiante, sobretodo en invierno. Como puedes tener sol, como de pronto se viene un fuerte viento que trae nubes y comienza a llover.
  • Aunque no dominemos el Euskera, siempre saca una sonrisa el saludar y despedirse en este idioma. Kaixo = Hola, Agur = Adiós/Hasta luego y Eskerrik Asko = Muchas gracias.

¿QUÉ NOS LLEVAMOS?

  • La amabilidad de su gente.
  • Su arquitectura con influencia francesa.
  • Su amor a sus tradiciones, costumbres e idioma.
  • Su pasión por el 7mo. arte.
  • Su bella Bahía de la Concha.

Tercera Parada: St. Jean Pied de Port (País Vasco Francés)

St. Jean Pied de Port

Al día siguiente, salimos muy temprano con destino a este pintoresco pueblito de la parte Vasca Francesa. Como les había comentado anteriormente, nosotros nos fuimos en coche, alquilamos uno en el aeropuerto de San Sebastián a través de la página Rentalcars.com y como mi esposo y yo sólo manejamos coches automáticos, sí nos salió algo caro la renta, pagamos 55 euros por dos días. También pueden irse si no desean gastar mucho ni estresarse con la manejada, está la opción de ir al pueblo de Irun donde ahí toman el tren que los cruzará a Francia.

El trayecto desde San Sebastián a St. Jean Pied de Port es de hora y media, tomando la autopista A63 y la D918, que en algunos tramos hay que pagar, es decir , son de peaje. El paisaje que nos tocó, fue de película y ustedes ya lo verán en las fotos. Mucho verdor, unos prados, algunos montes parecidos a las postales y este día, sí que nos tocó malo, como dicen por allá. Debido a que todo el tiempo estuvimos con bajas temperaturas, algo de viento lluvia y llovizna en ocasiones, así es que nos fuimos muy bien abrigados y comenzamos con nuestra ruta 🙂

Paisajes de la carretera a St. Jean Pied de Port
Llegando a St. Jean Pied de Port

No cabe duda que los paisajes europeos para nuestro gusto, son preciosos, no sé si ustedes opinen lo mismo, pero tanto verdor, limpieza en sus calles, carreteras, así como la arquitectura que prevalece en el País Vasco en general (tanto en España como en Francia) hace que parezca que estamos en un set de cine.

Al llegar, como siempre hacemos, nos fuimos al que sería nuestro hotel por una noche y en esta ocasión, escogimos el Hotel des Pyrénées. La verdad no es nada barato, pero nos atrajo el hecho de que todas las habitaciones tienen vista hacia las montañas y detrás de éstas se pueden apreciar los famosos Pirineos Franceses , además de que por unos 17 euros por persona, te llevan tu desayuno continental a la habitación o si se prefiere, te lo sirven en la terraza del hotel, siempre y cuando el clima lo permita; además de encontrarse en el corazón mismo de la ciudadela del pueblo. El costo por noche fue de 177 euros, recuerden que nosotros fuimos en temporada baja.

Entrada a la ciudadela

Ahora sí, entremos en un poco historia para que vean el por qué decidimos visitar este lugar, antes que cualquier otro. St. Jean Pied de Port (San Juan Pie de Puerto) es la capital de la provincia de Baja Navarra, perteneciente al departamento de los Pirineos Atlánticos dentro de la región llamada Aquitania. Al fundarse la villa , que se cree , fue por el año 716, se encontró dentro de una importante vía comercial en la época de los romanos, trayendo como consecuencia que más adelante, fuera centro importante del comercio de la comarca. Pasado un tiempo, se vio inmersa en una serie de batallas por la posesión de la misma, entre los reinos de Navarra, España y Francia por bastantes años, hasta que, en 1512 logra separarse del Reino de Navarra y comienza a escribir su propia historia.

Al llegar a nuestro hotel y dejar las maletas, lo primero que hicimos fue caminar por el centro de la ciudadela y adentrarnos en sus lindos, pequeños y en ocasiones, obscuros callejones empedrados, lo que nos llevó a remontarnos a la época medieval y por qué no decirlo, imaginarnos el estilo de vida que había en esos años.

Callejones del centro
St. Jean Pied de Port
St. Jean Pied de Port

Algo importante del por qué este lugar tan pequeño es muy famoso, se debe a la enorme cantidad de peregrinos que recibe todos los años que hacen el Camino de Santiago, el cual te lleva desde aquí hasta la ciudad de Santiago de Compostela, en donde está enterrado el Apóstol del mismo nombre.

Mi esposo y yo, anduvimos recorriendo todo el pueblo, pero hay una calle, que es la comercial en donde se encuentra todo tipo de artesanías, dulces, y tiendas que ofrecen desde carnes, vinos, así como también pastelerías, y venta de enseres domésticos. Todo ello dentro de pequeñas villas que actualmente, la parte baja son usadas por los comercios.

Callejón comercia

Después de andar viendo y comprando algo de souvenirs, nos fuimos a comer a un restaurante que está justo enfrente de la oficina de turismo . Su nombre es Café Ttipia. Este local tiene horario de comida español que va de las 13:00 a las 15:00 hrs aproximadamente, mientras que los otros restaurantes manejan horarios franceses que van de las 12:·00 y las 14:00 hrs. Aquí ya depende de nuestras costumbres y de cómo vayan llevando el paseo. En sí, la atención fue buena, si es importante comentar que no hablan español y el inglés no lo tienen muy bien dominado que digamos, así es que, si hablan algo de francés, se podrán dar a entender sin problemas y sino, sólo señalen el tipo de platillo que deseen y listo.

El platillo más tradicional, no sólo en este lugar sino en Francia es el Pato (Canard), el cual lo encontrarán en diferentes presentaciones. A mí en lo personal me gusta mucho, en cambio a mi esposo, no tanto, él prefiere algún marisco o pescado. En esta ocasión, pues ya sabrán lo que pedí jajaja, un foie-gras de canard como entrada al igual que mi marido y que costó 15 euros por persona y de segundo compartimos un bistec de carne con pimientos y ensalada verde por 40 euros. De postre, pedimos un fromage de pays (queso de campo) por 7 euros acompañado por una botella de agua. El servicio bien a secas y el trato bastante bueno. En cuanto a la rapidez, como no había muchos comensales, nos sacaron pronto nuestro pedido.

Ya por la tarde, continuamos recorriendo lo que nos faltaba del pueblo y algo que nos gustó mucho fue la buena conservación tanto de sus villas, casas y callejones tomando en cuenta que esto tiene siglos de haberse construído.

El Río Nive que cruza parte del pueblo
Puerta de St. Jacques

Llegamos a una de las puertas que tiene la ciudadela, ésta se llama St. Jacques, está un poco apartada del centro del pueblo pero los paisajes son muy bonitos. Para llegar aquí hay que caminar hacia el este de la ciudadela. Vale la pena ver sus alrededores y poder contemplar su naturaleza, respirar aire puro y llenarse la vista de bellos colores.

Camino hacia la puerta de St. Jacques

Como ya se nos estaba haciendo de noche, decidimos parar en un restaurante que estaba camino de regreso al hotel. El lugar se llama Txitxipapa. Por fuera, parece una villa más de las tantas que hay, sobria y hasta simple, pero ya dentro, el ambiente es cálido, la atención buena y la comida deliciosa. Nosotros pedimos para compartir un plato de gambas (camarones tamaño pequeño) y verduras, todo estuvo muy bien, lo que sí nos dejó un poco descontentos fue la ración, como en el anterior restaurante nos habían servido abundatemente, pensamos que en éste iba a ser igual y no!! jajaja, así es que mi esposo se quedó con algo de hambre que lo pudo compensar con el postre. Los dos pedimos el fondue de chocolate y frutas frescas, deli, deli! para repetir, sin duda. El costo de la cena incluido el postre y la botella de agua, fue de 36 euros. Se encuenta en 28 Rue de la Citadelle.

Ya de ahí, y como el frío comenzó a arreciar, nos fuimos a nuestro hotel. Que cosa tan más agradable el llegar a tu habitación en donde te espera una bañera con vistas a la montaña y poder de esta manera terminar un día ajetreado pero bastante bien aprovechado :).

Al día siguiente nos llevaron nuestro desayuno a la habitación, y nos alistamos para regresar a San Sebastián y de ahí partir a la otra capital de provincia y del País Vasco Español que es Vitoria!

TIPS:

  • Imprescindible llevar ropa de manga larga y/o abrigadora ya que por las noches la temperatura suele bajar considerablemente.
  • No olvidar un paraguas o impermeable (chubasquero) por aquello que de pronto comience a lloviznar.
  • Calzado cómodo, de preferencia aquél destinado para hacer jogging por lo empedrado del lugar.
  • Aquí también hablan Euskera por ser parte del País Vasco, así es que, si por lo menos intentan hablar algunas palabras, tendrán buenos resultados.

¿QUÉ NOS LLEVAMOS?

  • Los preciosos paisajes de la zona.
  • El haber disfrutado del sazón vasco-francés.
  • El conocer otra parte de la historia que se construye alrededor del País Vasco en general.
  • El contacto directo con la naturaleza.

Agur Portugalete, San Sebastián y St. Jean Pied de Port!!!!

Siguiente entrega: VITORIA

Autor: Patt

Amante de viajar y conocer culturas, personas e historias :)

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