París 2019: Entre amigos y protestas

Llegamos a la «Ciudad Luz» un viernes por la noche en medio de una ciclogénesis explosiva, así como lo leen y fue literal. Para quienes no están acostumbrados a este término, se refiere a una especie de huracán pero sin marejadas ni destrozos significativos, es más bien, una combinación de fuertes lluvias y vientos que, en algunas rachas, alcanzan la categoría de huracán 1.

Antes de entrar en materia, sí me gustaría comentarles que el motivo de nuestro viaje fue precisamente visitar a una pareja de muy buenos amigos que tenían poco tiempo de haber regresado a la capital francesa. Nuestro objetivo era pasar un fin de semana con ellos y volver a sentir París pero ahora desde la perspectiva ciudadana, no turística. Por lo que, como yo soy muy estructurada y me gusta hacer las cosas con mucho tiempo de anticipación, estuvimos buscando vuelos para el fin del 7 al 9 de Junio pero cuál fue siendo nuestra sorpresa que, los que había, estaban carísimos, arriba de 100€ cuando se pueden conseguir hasta en 55 ó 60€ normalmente. Lo que no habíamos tenido en cuenta, era que justo ese fin de semana, se celebraba en la capital parisina dos grandes eventos deportivos, conocidos mundialmente como lo son el Torneo de Tenis Roland Garros y el inicio del Mundial Femenil de Fútbol Soccer, por lo que, aunado a la cuestión climatológica, fue toda una odisea el poder llegar a nuestro destino.

A pesar de que nos retrasaron nuestro vuelo de salida, al final y aún con vientos bastante fuertes, pudimos llegar sanos y salvos a París, en medio de rachas de 100 kms por hora en plena pista del aeropuerto Galés. Ya en la terminal, se encontraban nuestros amigos esperándonos. La verdad fue un gran gusto poderlos ver nuevamente después de casi un año desde la última ocasión.

Previendo nuestros amigos que el tráfico iba a estar infernal por las razones anteriormente mencionadas, aunado al hecho de que era inicio de fin de semana, nos fuimos a cenar a un restaurante llamado Hippopotamus, que está localizado en 30 Rue des Buissons Centre, Commercial Aeroville el cual es un centro comercial o mall enorme donde encuentran de todo y muy cerca del aeropuerto Charles de Gaulle. En esta ocasión tuve que dejar el shopping de lado jajajaja ya que por el retraso era ya bastante tarde y la mayoría de las tiendas estaban cerradas. Este restaurante tiene cocina internacional y en esta ocasión les quedo a deber cuánto fue la cena, ya que entre nuestro amigo y mi esposo, se dividieron el monto. Lo que sí, es que el servicio fue muy bueno, nos tocó un camarero que hablaba algo de español y más inglés, cosa que no es muy común encontrarla en Francia, mucho menos en la capital y aunque nuestra pareja de amigos hablan perfectamente el francés, sobretodo él porque es nativo, siempre es bueno encontrar a alguien con quien te puedas comunicar de forma directa y no a través de un tercero :).

En el Hippopotamus

Habiendo pasado casi tres horas, nos llevaron a nuestro hotel. En esta ocasión reservamos a las afuera de París, ya que nuestros amigos viven cerca del Estadio Roland Garros y queríamos estar lo más cerca posible a ellos ya que íbamos a andar en un sólo coche. El hotel fue el Mercure Paris Velizy que se encuentra en 22 Avenue de l’Europe Vélizy-Villacoublay. El hotel está muy bien ubicado ya que a menos de 100 mts encuentras un centro comercial, no muy grande pero que tiene lo suficiente como para poder ir a comer, hacer compras, adquirir algo de un supermercado, etc. Nuestra habitación estaba en el 6to piso y lo comento porque, al parecer, era un piso ejecutivo, por lo que la habitación era bastante grande, como las que te puedes encontrar en un hotel en América. Lo que sí NO nos gustó para nada, fue la escasa limpieza que presentaba nuestro alojamiento. Había restos de cigarrillos en el suelo del baño, así como pelusas de ropa en la alfombra y eso, la verdad, nos causó bastante mala impresión. Incluso, la calefacción, no funcionaba del todo bien, lo reportamos en un par de ocasiones, pero el problema continuaba. Algo que sí me llamó mucho la atención, fue el ver una lista de precios de muchas cosas que había en la habitación y que estaban en VENTA!!! así como lo leen, jajajaja, nunca había estado en un lugar donde vendieran la cafetera, los cojines de la cama, la manta con la que te cubrías, no, no, impresionante, la verdad. Es la primera vez que nos hospedamos en un hotel de esta cadena, tal vez, es así en todos lo que tienen pero era algo que no lo podía dejar de compartir.

En el Río Sena

Al día siguiente, quedamos con nuestros amigos de irnos a desayunar al McDonald’s que está en el centro comercial cerca de nuestro hotel. Para los que han desayunado en este tipo de establecimientos sabrán que el café es bueno, el jugo (zumo) de naranja algo ácido pero rico y los muffins ya sean dulces o salados depende del paladar de cada persona. En mi caso, me decanté por un Bacon, Egg & Cheese Biscuit que estaba bien. Y después de la platicada y del desayuno, nos dirigimos al centro de París.

Aquí sí es MUY IMPORTANTE mencionar, que antes de que nosotros saliéramos del hotel, en la televisión viendo un canal de noticias francesas, sale el mapa de la ciudad en donde indican los lugares de concentración de las protestas que vienen realizando desde el año pasado el movimiento conocido como los «Chalecos amarillos».

Cuando nos dirigíamos al punto neurálgico de dichas manifestaciones, no pensábamos que el cerco de seguridad fuera tan amplio. Nuestro deseo era ir lo más cerca posible al centro comercial Galerias Lafayette en los Campos Elíseos, pasada la hora de que supuestamente, las concentraciones ya se habrían dispersado. Pero al llegar, nos dimos cuenta que, había muchísima seguridad, y es triste, el ver a un París, totalmente sitiado en el centro de la ciudad tanto por los manifestantes como por el ejército francés, policías y el ir y venir constante de las ambulancias.

Torre Eiffel

Al final después de ver tantas calles cerradas, militares, policías y demás yendo de un lado a otro con el sonido de ambulancias pasando, lo más que nos pudimos acercar fue a los bajos de la Torre Eiffel por unos momentos.

NO había la gran cantidad de gente que normalmente se encuentra y más en las fechas de inicio de verano, como fue en nuestro caso. Se podía andar sin problemas y aunque por un lado es bueno, si es la primera vez que vas a París, por otro, es triste, ya que, desde nuestro punto de vista, esto hace que la ciudad pierda ese encanto y glamour a la que nos tiene acostumbrados.

Mi amiga, me comentó que ellos que viven ahí, por un lado, tratan de aprovechar que el turismo ha bajado de forma considerable, para poder ir a pasear a lugares en los que, antes, estaban atestados de gente.

Viendo que nuestro objetivo de estar cerca de los Campos Elíseos se desvanecía, y que ya se acercaba la hora de que cerraran los restaurantes para comer, nos fuimos a un brasserie llamado Chez Ribe. Es un lugar algo pequeño pero muy centríco, está casi a un costado de la torre. La comida está bien, sirven de forma abundante para mi parecer, igual mi esposo piensa lo contrario jajaja, y el servicio fue rápido a pesar de estar lleno y a punto de terminar de dar las comidas. En esta ocasión me decanté por un Confit de Pato acompañado de patatas a la francesa y mi esposo pidió un Bife de carne. Para hacer una comida rápida y francesa, el lugar es muy recomendable. Lo encuentran en 15 Avenue de Suffren.

**Sí es bueno recordar que aquí en Europa, cada país tiene un horario determinado para las comidas y cenas. No es como en América que tenemos los restaurantes, bares, fondas, etc. abiertos casi todo el día, acá no es así, por lo que es obligatorio informarse acerca de los horarios para no quedarse sin comer o cenar, sobretodo si desean probar los platos típicos del país que visitan.**

Ya para la sobremesa, nuestros amigos nos llevaron al mejor lugar donde realizan los más ricos macarons de París. Se encuentra relativamente cerca de donde andábamos, en el distrito 7, Rue Cler, la tienda se llama Ladureé y tienen una amplia variedad de estas delicias francesas. Los hay de todos los tamaños y sólo recordarlos se me hace agua la boca. Altamente recomendables, tienen varias sucursales, pero ésta, me dijeron mis amigos que era la mejor 😉 .

Tienda de Macarons

Y estando justo del otro lado de la tienda, de donde se tomó esta foto, nos encontrábamos sentados, muy tranquilamente en una de las tantas mesas de un bar que está en esta pintoresca calle, cuando de pronto, sucedió algo que nos dejó en shock porque simplemente no nos percatamos del momento exacto en el que ese evento estaba desarrollándose. (Vean EL ANECDOTARIO, el link está más abajo).

La calle es típica francesa, de esas que salen en las películas y que te enamoran. Tuvimos la suerte de que nos había tocado una tarde más tranquila en cuanto al viento y la lluvia y eso nos permitió disfrutar aún más esta parada gastronómica que hicimos.

Rue Cler
Rue Cler

Sabiendo que ya se acercaba la tarde y que nuestros amigos, habían reservado en un restaurante muy nice para la cena, nos fuimos de regreso al hotel a descansar un poco y prepararnos para esa cita tan especial.

Cerca de las 20:30 hrs, pasaron por nosotros y nos fuimos al restaurante Les Ombres que se encuentra ubicado en la parte superior del Musée du quai Branly Jacques Chirac. El lugar es fantástico. Afortunadamente nos tocó una noche despejada, y aunque había algo de viento, nada comparable con las rachas que habías padecido durante la mañana. La comida es exquisita, las vistas preciosas, ya que desde nuestra mesa podíamos apreciar a la famosa Torre Eiffel y ni hablar de la compañía. Al final, ha sido una de las veladas memorables que siempre estarán en nuestros recuerdos. En cuanto al precio sí es caro pero vale mucho la pena, el poder ir a este tipo de restaurantes y probar la alta cocina francesa en su esplendor.

Desde la terraza del restaurante «Les Ombres»
Terraza «Les Ombres»
Vista desde nuestra mesa al interior del restaurante «Les Ombres»

Si van a París y desean un lugar más tranquilo, elegante y con preciosas vistas, este lugar es el indicado. La dirección es: 27 Quai Branly, Distrito 7.

En nuestro último día de esta visita express a París, decidimos ir a desayunar con nuestros amigos al centro comercial o mall llamado Westfield Vélizy 2 que es el que se encuentra enfrente del hotel donde nos hospedamos. Ahí escogimos Boulangerie Paul que como su nombre lo indica ofrece zumos (jugos) naturales, bollería, bocadillos fríos y calientes, bebidas calientes (té, infusiones, café) y el precio es asequible, entre mi jugo de naranja y un bollo, más el café y un bocadillo frío que pidió mi esposo, fueron alrededor de 20€.

Y ya con el estómago contento, nos fuimos a conocer la iglesia del Sagrado Corazón ( Sacré Coeur) que está en el barrio Montmartre ubicado en el distrito 18 de París. Cada vez que hemos ido mi esposo y yo a la capital Gala, siempre acudíamos a Notre Dame, pero como todos saben, debido a lo sucedido y tratando de conocer otras iglesias representativas de la ciudad, esta opción es muy buena, ya que además se encuentra en el típico barrio parisino bohemio como lo es éste. Al ir subiendo para ver la iglesia, nos pudimos percatar de numerosos artistas plásticos y gráficos, así como cantantes que te encuentras en el callejón principal rumbo al recinto sagrado. De hecho, mi amiga me comentó que de este barrio salió una cantante francesa de nombre ZAZ, la cual se ponía junto con sus compañeros músicos, a cantar a las afueras de la iglesia.

Zaz (cantante) Fuente: Pinterest
Iglesia Sacré Coer entrada principal

Al llegar a la cima del pequeño monte donde se encuentra este recinto, además de poder admirar la arquitectura con la que fue diseñada esta iglesia, no te puedes perder de las preciosas vistas panorámicas de París que ofrece este lugar.

Iglesia Sacré Coer
Vistas panorámicas a las afueras de la iglesia

Para finalizar ya nuestro día corto, nos fuimos a comer a un bistro que está muy cerca de la iglesia, llamado Au Soleil de la Butte donde puedes degustar los típicos platillos franceses como: el Confit de Canard, camembert pane crosutillant lard grillé o los famosos profiteroles. Los precios van desde los 6 a los 18€. La atención fue buena y el servicio relativamente rápido teniendo en cuenta que era un domingo, a mediodía y cerca de una de las iglesias más importantes de París . La dirección es: 32 Rue Muller.

Y de esta forma terminamos nuestro viaje relámpago a la ciudad de la Luz como también es conocida.

TIPS:

  • Revisar en la prensa escrita o en los noticieros los lugares donde se llevarán a cabo las manifestaciones de los sábados, esto con el fin de que puedan ir a visitar otros lugares en vez del centro de la capital durante buena parte del día.
  • Respetar y obedecer cualquier indicación de los encargados de la seguridad sobretodo si se encuentran en zonas aledañas a las manifestaciones.
  • Procurar visitar la ciudad de Domingo a Viernes, créanme que se evitarán muchos dolores de cabeza con la nueva situación social que hasta el día de hoy impera en París.

Lo que nos llevamos…

  • La tristeza de ver una ciudad coartada en cuanto a la libertad de tránsito.
  • La presencia constante de policías, militares y seguridad en general.
  • La belleza de la Torre Eiffel.
  • La delicia de su gastronomía.

EL ANECDOTARIO

Au Revoir París!

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Ventajas y desventajas de las tarjetas que ofrecen las ciudades europeas.

Autor: Patt

Amante de viajar y conocer culturas, personas e historias :)

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